Todas las constelaciones del amor
Lydia Netzer
Maeva (Oceano)
Isbn 978-84-15893-23-3
300 páginas
★ ★ ★ ★
Sunny, Maxon y su hijo de cuatro años, Bubber, forman la familia perfecta en un aparentemente perfecto barrio residencial. Cuando Maxon, un científico brillante, se embarca en una misión espacial para colonizar la luna, Sunny se ve desbordada por sus problemas: su madre está muy enferma en el hospital, Bubber es autista y recibe, a pesar de los remordimientos de Sunny, una medicación muy agresiva, y está a punto de dar a luz a su segundo hijo. Además es calva, nació sin un solo pelo en el cuerpo. Cuando pierde su peluca en un accidente de coche y expone su verdadero aspecto ante los vecinos, por primera vez se pregunta: ¿y si fuera capaz de mostrarme tal como soy? Esta aparentemente estrafalaria mezcla de ingredientes se convierte en una historia universal sobre la familia, el amor y el valor de ser uno mismo, narrada con una ternura extraordinaria. Gracias a la editorial por el ejemplar.
Opinión personal:
Voy a ser muy franca en este momento. Elegí este libro por
la portada. No pude evitar enamorarme de ese cielo estrellado y esa pareja en el
suelo. No pude resistirme al argumento de la historia, tan prometedor. No pude
resistirme a armar predeciblemente la historia en mi cabeza, y no pude evitar
volverme loca al darme cuenta de que nada era como me lo esperaba, de que el
libro iba a significar una sorpresa gigante que me iba a atrapar completamente.
Estoy sorprendida, y sorprendida de un modo muy bueno.
El libro traía una publicidad envuelta en la tapa que fue lo que definitivamente me conquistó, más que nada por los temas que tocaba, todos
asuntos muy profundos que afectan la vida cotidiana de la mayoría de las
personas, temas que afectan directamente mi vida, y me vi repentinamente
desesperada por leerlo. No quiero guardarme las palabras de la publicidad, así
que se las comparto:
Si alguna vez te has sentido poca cosa, lee este libro. Si te has sentido solo, lee este libro. Si alguna vez has estado enamorado, lee este libro. Si has mirado a las estrellas y te has preguntado cómo sería pasear entre ellas, lee este libro. Si tienes los pies firmemente plantados en el suelo, lee este libro. Si eres madre, lee este libro. Si eres mujer, lee este libro. Si eres huérfano, lee este libro. Si te cuesta relacionarte, lee este libro. Si tienes algo que ver con el autismo, lee este libro. Léelo, léelo, léelo.
Metiéndonos de lleno en la trama principal, nos encontramos
con una familia “perfecta” en un barrio también “perfecto”. Detrás de esa fachada
se esconden personas con dificultades, con problemas, con historias terribles y
asuntos sin superar. Detrás de toda esa mentira de perfección, se encuentran
personas comunes y corrientes, como vos que estás leyendo esto y como yo,
personas reales. Eso es lo que tienen los personajes de este libro, son reales,
piensan y sienten cómo la mayoría de nosotros escondemos, eso es lo que más me gustó del libro, que en
la mayoría del tiempo no dejé de sentirme identificada.
Sunny es calva, no tiene un solo pelo en el cuerpo porque
así nació y así continúa viviendo, se esconde detrás de una peluca mientras
cuida de su hijo de 4 años, Bubber, que es autista, y del bebe de 8 meses de
gestación que lleva en su vientre. Su marido, Maxon, es enviado al espacio en
una misión de la NAZA para colonizar la luna, y su madre está en un hospital
sobreviviendo gracias a los aparatos a los que está conectada. Todo es un drama
inmenso, pero de igual de inmensa es la dimensión de todo lo que transmite esta
historia. La nave de Maxon tiene un accidente en el espacio, y Sunny tiene uno sobre la tierra que la hace pensar diferente. La hace querer invlucrarse en el mundo tal cual es, la hace querer aceptarse aceptar a Bubber como es. La vida de todos cambia drasticamente a partir de este momento, y Sunny tiene demasiadas cosas para aceptar superar, con poco a lo que aferrarse, y practicamente sola.
Este es un libro que habla de muchos temas diferentes, pero
plantea muy firmemente el aceptarse a uno mismo como persona, con su
pasado, sus defectos, y tal cual es.
Aunque la maternidad es uno de los temas más enfatizados de la historia, habla muchísimo
sobre el amor, pero del amor en todos sus aspectos, el amor legítimo hacia la
vida, la familia y a uno mismo.
La historia transcurre en el presente pero en un lapso de
tiempo muy corto, todo sucede en poco tiempo, pero tenemos constantemente
flashbacks que nos llevan al pasado de nuestros protagonistas y nos cuentan
historias que complementan a los acontecimientos del presente. Si bien estos
flashbacks son súper necesarios porque le dan el sentido a todo lo que sucede,
sentí que algunos estuvieron de más. Incluso sentí que la mayoría lo estaba,
hasta que llegué a una determinada parte de la historia y comprendí cuanto
significado tenían algunos. Acá es en donde encontré el punto débil del libro,
el resto fue todo una verdadera maravilla.
«Esta es la historia de un astronauta que se perdió en el espacio, y de la mujer que dejó atrás. O esta es la historia de un hombre valiente que sobrevivió al fracaso de la primera nave enviada al espacio con el propósito de colonizar la luna.»
Encontré en la pluma de la autora una novedad. Lo narra todo
de una manera, además de atrapante, especial. Tan especial como los
personajes tan especial como sus
historias. La narración está hecha en tercera persona, adentrándonos bien
profundamente en la vida y en los sentimientos de los personajes. No pude
evitar involucrarme ni mucho menos sentirme afectada en lo personal. “Todas las
constelaciones del amor” es una historia profunda y emotiva, para nada sencilla
y, si es correctamente interpretada, dolorosa. Creo que todos llevamos algo de
estos personajes en nosotros, nos
sentimos de alguna manera como ellos. Cómo madre, me sentí muy aliviada de coincidir
con los sentimientos de Sunny, esos sentimiento que de ser público, seríamos
tildadas de mañas madres. El mundo se olvida que además de progenitoras, somos
personas con necesidades iguales a las de los demás.
El final me volvió literalmente loca. Todavía tengo ganas de gritar y romper algo, o haceme bolita y llorar por un tiempo. Es un final hermoso, extraño, repentino y un poco inconcluso. Me sentí satisfecha, pero con una enorme necesidad de más. Ahora, un par de horas después de haberlo terminado, no necesito más. Solamente siento que amé el libro, la historia, y la forma en la que todo se unificó con mis propios asuntos.
En definitiva, este es un libro especial y diferente, para sentarse y leerlo con calma, entender y aceptar, pero
sobre todo, aprender. No voy a recomendarlo yo, mejor vuelvan a leer la
publicidad que cité más arriba, eso hace todo el trabajo por mí, y es perfecto.
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