Reseña: "La maldición de la Gumiho" de Kat Cho

Hola gente ¿Cómo están?

Espero que bien.  Por aquí estoy tratando de no demorarme con las reseñas entre lecturas, porque a veces leo varios libros de corrido, los reseño en bookstagram y para cuando quiero reseñarlos en el blog, se me mezclan los conceptos, y prefiero traerles contenido de calidad, así que probablemente se encuentren con posts más seguidos por aquí. Hoy quiero hablarles de lo que me pareció “La maldición de la Gumiho” de Kat Cho, novedad del mes de julio de Puck Latinoamérica que muy gentilmente me envió la gente de Ediciones Urano.

Título: La maldición de la Gumiho

Autora: Kat Cho

Editorial: Puck

Número de páginas: 475

Valoración: 3,5/5⭐

Sinopsis: Gu Miyoung tiene un secreto: es una gumiho, una zorra de nueve colas que consume la energía de los hombres para sobrevivir. Pero ella tiene una parte humana, y su punto débil son las personas. Es por eso que a la hora de tomar la vida de alguien, es muy selectiva; con la ayuda de una chamana, Miyoung solamente toma la vida de los hombres que han cometido crímenes imperdonables. Devorar la fuerza que lo mantiene con vida es una justicia un tanto morbosa… o eso es lo que ella cree.Pero el hecho de matar a hombres que nadie recordará, en la bulliciosa ciudad de Seúl, es útil para que Miyoung mantenga un perfil bajo. Ella y su madre se protegen, escondiéndose a plena luz del día, hasta que el camino de Miyoun se cruza con Jihoon cuando el joven está siendo atacado por un goblin en el bosque. Entonces Miyoung rompe la regla máxima de los que son como ella y revela su verdadera naturaleza y sus nueve colas para salvar a Jihoon de una muerte segura. En el proceso pierde su perla de zorro, es decir, su alma gumiho. Sin ella, su único destino es la muerte.Cuando Miyoung y Jihoon se vuelven a ver, no hay dudas de que se atraen el uno al otro. Sin embargo, su inminente romance podría terminar antes de que comience. A medida que Miyoung se esfuerza para recuperar su perla de zorro, algo que tiene que lograr antes de la próxima luna llena, los jóvenes se ven envueltos en una vieja enemistad con sus antepasados que obligará a Miyoung entre su vida inmortal y la de Jihoon.Un relato apasionante inspirado en el folklore coreano y ambientado en un rico mundo de fantasía contemporánea. La maldición de la gumiho es una fascinante historia romántica, que anuncia la llegada de una nueva y emocionante voz a la literatura juvenil.

La trama

En este libro encontré una historia fantástica que tiene como ícono, a los seres místicos acusados de terroríficos de una de las tantas leyendas populistas de Corea. Esta es una tierra muy rica en cuanto a leyendas, y una de las más conocidas, de esas que se vuelven historias que las abuelas cuentan a sus nietos, es la de las zorras de nueve colas. En esta historia, conocemos de lleno no solo la leyenda, sino la realidad de las zorras de nueve colas, malditas y destinadas a vagar por la tierra eternamente, sobreviviendo por comerse el hígado de los seres humanos. Diu, ya sé. Pero Miyoung es una especie diferente, porque es mitad humana y mitad zorra, y esa parte humana suya le impide matar personas simplemente por alimentarse, y sobrevive cazando solo en noches de luna llena, y en vez de devorar a sus presas, ella absorbe su “gi” una energía con la cual ella puede sobrevivir, aunque sus presas no. Otro dato importante sobre la humanidad de Miyoung es que elige estratégicamente a sus presas. Solo absorbe el gi de hombres que han hecho cosas horribles, hombres que, desde un punto de vista, merecen morir.

La trama gira en torno a la escena de una noche de luna llena en particular, en la que Miyoung debe sobrevivir, y Jihoon está simplemente en el lugar y la hora equivocada. Esa noche el destino de los dos se une con una cuestión hiper importante, que marca una nueva relación de amistad, quizás algo más, que desenvuelve y saca a la luz la parte más humana de Miyoung, y que, al cabo de 100 días, determina la definitiva elección entre la muerte de uno o la inmortalidad del otro.

La ambientación 

Esta novela está ambientada en el Seúl, Corea, y es muy rica en cuanto a cultura y Folklore. Al principio esto fue un obstáculo porque nunca antes había leído una historia que sucediera en ese país, y la diferencia cultural es abismal. El libro está lleno de terminología básica que, para quien no entiende nada como yo, es un problema. Lo bueno es que al final del libro tiene un glosario con la definición de todas las palabras usadas en el libro. Para mí lo más difícil fue adaptarme a los nombres de los miembros de una familia, es decir, a la forma en la que se llaman entre sí y a los agregados cuando son personas cercanas. Hubiese sido de gran ayuda que el glosario se encuentre al principio del libro y no al final, pero terminé descubriéndolo cuando se me terminaron las páginas. Después de las primeras 100 páginas, la terminología ya deja de ser un problema. Supongo que tiene que ver el hecho de que la cabeza se acostumbra al palabrerío y empieza a entender la leyenda de las gumiho (las zorras de nueve colas) que tampoco es fácil, y entonces la historia toma al fin otro color.

Los personajes 

Los personajes son bastante agradables a pesar de ser adolescentes. Me pasa que me encantan las novelas juveniles, pero me cuesta horrores familiarizar y conectar con ellos. Esta vez no fue la excepción, Miyoung me pareció un poco insoportable y Jihoon es un inconsciente, pero no me generaron rechazo y para mí eso es un SÍ rotundo. Miyoung tuvo sus momentos buenos y sus momentos malos, pero me gustó mucho la forma en la que se evidencia la diferencia entre su parte humana y su parte demoníaca, como que las dos están presentes, pero ella elige cómo manejarlas. Me gustó que su humanidad sea más pesada y que se abra a conocer la vida de una persona común y corriente a pesar de su naturaleza. Jihoon me cayó bien desde el principio, aunque insisto en que me pareció muy inconsciente que siempre esté enfrentándose al peligro sin medir las consecuencias. Jihoon resalta las cualidades humanas de Miyoung y la comprende y la acompaña en el camino que se les presenta. No es un gran personaje, pero su aporte me pareció justo y muy apropiado. Entre los personajes secundarios me gustaron mucho Yena, la madre de Miyoung (También zorra de nueve colas) y la abuela de Jihoon, una mujer muy sabia con una creencia ciega en las leyendas. Hay varios personajes que aparecen poco pero que tienen su aporte, como los amigos de Jihoon, algunos otros seres legendarios del mundo de nuestra Gumiho y algunas chamanas malintencionadas.

La narración

La narración de este libro está hecha en tercera persona y varía la perspectiva para contar tanto lo que pasa en la vida de Miyoung como lo que pasa en la de Jihoon. Es una narración entretenida pero que no sobresale, e incluso, en la mitad del libro se vuelve un poco aburrida por la cantidad de idas y venidas en el intento de relación entre los personajes principales. La pluma de la autora no es una gran novedad, es un poco más de lo que siempre vemos en cuanto literatura juvenil, fresca y ligera una vez que al fin se comprende todo, y que fluye bien. De todas maneras, esta historia no fue lo suficientemente atrapante para mantenerme leyendo y tuve que esforzarme para seguir y no estancarme, cosa que siempre me causa problemas. Un gran aporte a la narración, son algunos textos destacados en letra negrita que cuentan desde el principio la leyenda de las Gumihos, cómo es que existieron, que las llevó a vagar eternamente consumiendo humanos, y cómo eso conecta directamente con la historia principal de este libro. Me gustó mucho ese aspecto y es sumamente necesario para poder entenderlo todo.

“La maldición de la Gumiho” es una novela novedosa por la introducción en una Corea fantástica, tema poco visto en literatura juvenil, que mezcla leyendas y fantasías con un romance paranormal totalmente en segundo plano, mientras se entreteje el destino de los personajes, guiados por la sed de venganza. Tiene una narración interesante, y una riqueza amplia en cuanto a la cultura del país.

Fue una lectura amena, no una gran lectura de esas que se te quedan grabadas, pero sí una que pude disfrutar y que me mantuvo entretenida.

Muchas gracias Puck y Ediciones Urano por el ejemplar.