17 sept 2017

Catarsis bloguieril


A veces pasa, que desbordas por todos lados y no sabes para que dirección salir corriendo. Que te agotas hasta el punto de no poder más, de necesitar soltar y esconderte. A veces pasa que las situaciones se reinciden negativamente y todo te lleva a tomar decisiones, a veces, incorrectas. La idea es que cuando desbordas, las decisiones sean postergadas y meditadas para evitar arrepentimientos, y hoy vengo a hablar justamente de lo feliz que me siento de haber sido capaz de postergar mis decisiones. Vengo a contarles que hace dos semanas estuve a punto de cerrar definitivamente el blog, y a mostrarles el proceso de mutación de este, con sus causas y puentes.

Un poquito de historia:

A principio de 2013 tuve lo que yo autodiagnosticaría como mi primera crisis existencialista. Fue bastante horrible y ahí si que no tenía idea de para donde disparar. Me arrancaron con brusquedad la alfombra de debajo de mis pies y quedé en el aire, había perdido el principio, y por ende, el rumbo. Hacía menos de un año atrás  había descubierto una inminente pasión por los fan fics, leía cantidades y disfrutaba hablando de ellos con mis amigas. Después intente escribir uno para ver si era capaz y salió algo que gustó a los demás lectores del género y que me generó un montón de revoluciones internas. Estaba cambiando, poco a poco abría las puertas de un mundo que desconocía pero que me llenaba de curiosidad. Volví a escribir un fic, mano a mano con una de mis mejores amigas, y resultó que fue el más leído de ese año entre nuestro entorno de lectores e intento de escritores. Fue algo increíble y esa novela me dio amistades nuevas y forjó firmemente mi relación con mi amiga con la que compartíamos el fic. Cuando la época de fan fics se terminó para mí, me di cuenta que sin buscarlo estaba sumergida en una adicción estrepitosa por la literatura romántica. Digo estrepitosa porque no hacía otra cosa que leer. En ese entonces usaba archivos pdf y leía en casa, en el trabajo, en casa de las pocas personas que visitaba, en el baño, e incluso sacrificaba mis pocas horas de sueño para poder leer. Estaba loca, pero recién hoy entiendo que me estaba refugiando. Los libros fueron el abrazo más grande posible, la contención, compañía y estímulo que no podía encontrar en mi misma. Entre el caos, aprendí que escribir también me hacía bien, y comencé a escribir una serie de relatos que reflejaban más o menos lo que sentía. No fue una época larga, creo que más que nada fue un proceso de mi vida con una enorme necesidad de exteriorizar la mayor cantidad de cosas posibles. Fue interesante e iluminador, y mientras duró llegué a necesitar compartir mis débiles escritos. Descubrí blogger, otro nuevo mundo que desconocía y me llevó casi dos años entender. (Ya sé, durísima).

A mitades del 2013 creé este blog. Mismo nombre con objetivos cambiados. Tenía un encabezado con mis primeros pasos en Photoshop (y era realmente mala), y nada más. No sabía que necesitaba gadgets, ni que existía un sistema de seguidores, y la verdad que no me importaba en absoluto.  Publiqué mis primeras cosas y seguí así por algunos meses hasta que leí en internet un par de reseñas y me volví loca. Yo no tenía con quien hablar de los libros que leía, y lo que había encontrado era una maravilla. Descubrí una nueva manera de blogguear y comencé desesperada, redactando y armando todo mal. Lo sabía y no me importaba, ahora resulta divertido y vergonzoso contarlo.
Un año y medio después de haberlo creado, me di cuenta de que necesitaba seguidores, que había mucho más que solo reseñas y encontré una de las pasiones más grandes de mi vida. Fue una época de descubrimientos, uno atrás del otro. Con ellos venían propósitos y más necesidades. Descubrí las colaboraciones, me emocioné hasta las lágrimas cuando conseguí la primera por parte de un autor nacional (gracias Pablo Nieto). Con el llegaron más y nuevos colaboradores, y con ellos se incrementaba mi pasión por el blog. Me había cambiado la vida y no lo podía creer ¡Estaba rodeada de escritores! Estaba feliz, y entonces descubrí las colaboraciones editoriales y lo muy difícil que era llegar a ellas. Otro propósito y necesidad. Llegó Ediciones Urano y con ellos el cartero tocaba timbre en mi casa todos los meses. De feliz pasé a pletórica, estaba en mi salsa. Al tiempo llegó Editorial Océano, y así el timbre por correo sonaba dos meses al mes. No me lo creía, pero así y todo tenía una aspiración enorme y súper difícil para un blog literario que recién nacía de a poco y que no sabía de que galera sacar los seguidores. Tenía la mira puesta en ediciones B, para mí era lo máximo que pedía, y lo hice con insistencia y constancia, dediqué horas y horas a mejorar el blog para volverlo atractivo a los ojos de la editorial. Aprendí a diseñarlo, a editar html, a usar herramientas nuevas hasta que me vieran. Crecí y me corregí gracias a esa necesidad y hoy tengo el blog que tengo por ese motivo. Cuando ediciones B por fin me vio, exploté. Estaba en la cima, y seguí en ella por mucho tiempo mientras que aparecían nuevas editoriales y más autores. Esta es sin dudas, una de las mejores experiencias de mi vida.

Hice amigos (que son ustedes) forjé relaciones más personales con algunos y me rodeé de personas que hacían lo mismo que yo. Todo era increíble y dependiendo de mis estados, el blog fue mutando de literario a literario y personal  a de nuevo exclusivamente literario y otra vez a personal con críticas de cine que nunca aprendí a hacer. He hecho de todo por mantenerlo activo, celebré cada aniversario, cada número redondo de seguidores, cada nuevo descubrimiento y cada recompensa, una por una. Pero entonces hace dos semanas, después de una seguidilla de situaciones, no pude más.

Lo que pasó:
Mi vida se desarmó el año pasado cuando perdí a mi abuela. No había pasado casi nada de tiempo cuando me enteré que mi papá estaba enfermo y casi no me di cuenta de lo rápido que pasó todo hasta que también lo perdí, a solo seis meses de que había perdido a mi abuela. Entre medio me mudé 3 veces, tuve problemas con la escuela de mi hijo y hace dos meses perdí también a mi suegra. No hace falta explicar que no tengo estabilidad, y esta vez no se trata de una crisis existencial, sino de la certeza de que no se puede vivir como si tal cosa con todo lo que me pasa. No puedo ser indiferente a lo que siento, y me abrumó el bloqueo lector más grande de mi vida. Esta vez no era solo un bloqueo. No podía leer, no quería. No podía reseñar tampoco, no tenía ganas de diseñar con lo mucho que me gusta. Para variar, se rompió mi computadora que a mis ganas le resta más puntos todavía. Así y todo, no me decidía a cerrar el blog.
Mientras mi vida personal se iba haciendo pedazos, también pasaron cosas en la blogosfera que voy a contar a mi manera y si alguien se ofende puede salir de esta entrada cuando guste. Convivimos en torno al mundo editorial bloggers, booktubers y bookstagramers. Puedo adaptarme a las modas o innovaciones (cómo más gusten llamarlo) pero las cosas se complicaron para mí y para varios que se dedican a lo mismo. Desde hace un tiempo, sacar fotos al estilo bookstagramer se volvió un requisito y la cantidad de likes obtenidos en instagram son más valorados que el arduo trabajo en una reseña. Perdimos la equidad en el ambiente y las cosas se complicaron para algunos de nosotros. Algunas editoriales comenzaron a colaborar solo con bookstagrammers, otras con blogs con cantidades de seguidores más altas, otras resultan inalcanzables y todos los días se pone más difícil permanecer, y cuando trabajaste duro por cinco años sin abandonar nunca, y este tipo de cosas te paralizan, créanme que empezas a perder hasta la motivación.

Me la banqué. No me fui y seguí con el blog a pesar de que mi vida era un desastre y todo lo que me propuse y obtuve para el blog comenzó a desmoronarse. Creí que podía seguir, que no era justo para mí tener que dejarlo, y entonces me llega el mail que tiro mis pocas esperanzas a la basura. Ediciones B, la que antes mencioné fue tan importante para el sostén y crecimiento de este blog, continúa sus pasos con PRH. Ya no forma parte ni de este blog ni de los muchos con los que colaboraba. Y no se trata de colaboraciones, de libros, del timbre por correo. Se trata de lo que todo eso significaba para mí. De lo mucho que me costó conseguirlo, de las horas que dediqué para llegar. Más allá de que no tengo muchos visitantes, para mí el blog era grande por eso, por lo que conseguí, por lo que trabajé, por cada cosa que me hizo crecer. Y si, no pude más.

Lo medite varios días, y entonces me senté en una computadora prestada, con miedo, pero bastante decidida a cerrarlo. No puedo negar que me dolía, y me dolía un montón, no me canso de repetir lo mucho que representa y significa el blog para mí, y estaba decepcionada de que se haya ido todo al tacho. Entré a blogger y abrí una pestaña nueva con google, y cuando quise darme cuenta estaba buscando plantillas nuevas, diseños y colores. Perdí la noción del tiempo y otra vez estuve hasta altas horas de la madrugada pintando de cero el blog. Volví a sentir la pasión por lo que amo que había olvidado, y ahí me di cuenta. No me voy a ir. No puedo, no quiero.
Una semana después sigo acá, presentándoles el nuevo diseño de mi blog (vayan a la página de inicio que es genial) y amo como quedó, y amo que siga en pie. Muté esta página tantas veces, que volver a mutarla para sobrevivir no me resulta algo dramático. Ya no voy a sostener un blog literario, de verdad no puedo. Pero este es mi espacio y amo reseñar, así que cada tanto van a leer reseñas aunque no tan periódicamente y con menos presiones. Voy a volver a escribir y publicar acá lo que se me de la gana, hacer catarsis y contarles si estoy enojada o feliz o lo que sea.

Estoy acá, permanecí y permanezco a pesar de todo. En junio se cumplieron 5 años de mi primer entrada y no hubo sorteos, festejos, ni nada. La primera vez. Esta es mi forma de celebrar hoy.

Estar, permanecer, insistir, y soltar.


Bienvenidos a este blog desordenado. Gracias por leerme.

7 comentarios:

  1. Hola, Xime!! Me emocionó mucho tu entrada, todo lo que te pasó y a pesar de eso seguís en pie con tu blog. Después está lo otro, la situación con Ediciones B y la importancia que se le da a los bookstagrammes te tiran para atrás y como decís vos empezás a perder la motivación.
    Te mando un saludo!!
    PD: yo también cumplí 5 años en blog

    ResponderBorrar
  2. Hola, Xime!
    WOW! Una entrada potente (?)...no sé si es exactamente la palabra que buscaba, pero es la primera que me vino a la cabeza.
    Me imagino que fue difícil sentarse a escribir y recordar por la cosas duras que pasaste a través de los últimos años. Sin embargo, el mensaje final es súper positivo. Celebro que a pesar de todo mantengas esto. "Estar, permanecer, insistir, y soltar".
    La verdad es que no te conozco y aún así me pone muy feliz que puedas superar los obstáculos que te pone la vida y sigas firme haciendo lo que te apasiona.
    Muchos éxitos!!
    Besos

    ResponderBorrar
  3. ¡Hola Xime! Pedazo de entrada. Me encantó, te lo juro. Coincido con muchísimas cosas de las que mencionas, la verdad es que es muy difícil, por más que así no parezca. Te entiendo, sólo eso te puedo decir, que te entiendo. Y me alegro que hayas encontrado la fortaleza en la pasión por lo que te gusta hacer, y remontarla. ¡Te felicito!
    Un beso.

    ResponderBorrar
  4. Wow,che. Me gustó banda, traté de hacer una especie de cosa así en mi blog, para mi aniversario pero no resultó tan copado. Para ese entonces, yo que nunca había logrado entrar tanto en el mundo de l¿colaboracioens editoriales, había conseguido que Océano me colabore, ultra feliz andaba piruleandolo por el blog. Duró dos meses por lo mismo que contás, por mas que tus reseñas sean prolijas, cuidadas y atentas(entre muchas otras cosas) termina imortando si usas ig o si tenes 1000 "seguidores"- Y sí, con comillas porque seguidores posta no son, no siguen lo que haces en gral, lo hacen para que vos también los sigas y así. Semejante bajón. A mi en su momento también me desestabilizó banda.
    Que suerte que no nos hayas dejado
    Nos leemos!

    ResponderBorrar
  5. ¡Hola Xime! La verdad es que me re emocionaron y a la vez me entristecieron tus palabras porque entiendo perfectamente lo que decís sobre blogger. Yo también estoy acá desde hace mucho tiempo a pesar de que el año pasado me tomé un tiempo para mí, y cuando volví me sentía nueva en un lugar en el que había pasado años. Porque tenés razón, está todo bien con los youtubers y los bookstagrammers, hasta yo tengo una cuenta de instagram para mi blog, pero duele ver como nosotros los bloggers nos esforzamos tanto para que las editoriales nos ignoren y a penas nos lean algunas personas. Y después pasó lo de Ediciones B que te juro me rompió el corazón. Mis mejores experiencias en blogger las viví gracias a ellos y no sé, me chocó la noticia.
    Por otro lado, me pone muy contenta que te hayas reinventado. Y vamos por una nueva etapa!
    Hermosa entrada y hermoso blog. Nos leemos!

    ResponderBorrar
  6. Hola Xime!, se me puso la piel de gallina leyendo todo lo que te sucedio y aun asi seguis firme, te felicito, si bien es verdad que otras plataformas estan ganando su lugar y esta muy bien es verdad que se puso un poco mas dificil, pero esto es lo que nos gusta, y aunque no nos colabore nadie y nos lea una sola persona no hay que dejar, si es lo que nos gusta ya vale la pena, saludos!

    ResponderBorrar
  7. Hola Xime!
    Me pase por tu blog por el comentario que me dejaste y vine directo a esta entrada sin saber de que se trataba.
    Me gustan las entradas sinceras. Es como leer ficción sólo que sabiendo que la persona que está del otro lado es real.
    Lamento mucho todo lo que te pasó en este último tiempo, pero me alegro de que hayas podido rencontrarte en este espacio. Me alegro de que a pesar a todo puedas seguir haciendo lo que te gusta.
    Ánimo!
    Cati

    ResponderBorrar