Hoy estoy en una etapa de mi vida en la que no le temo al
cambio. Hoy por hoy necesito expresarme con libertad, pensar y sentir sin
mentir, pero principalmente sin mentirme a mí misma. Necesito volver ser yo en todas las formas que sea posible,
sin ese miedo por costumbre a la opinión o interpretación de terceros. Hoy
necesito aceptarme y poder escribir en este blog todo aquello que a veces
reprimo por ese bendito miedo.
A partir de hoy “Un millón de emociones” vuelve
a ser lo que fue desde un principio y que hace un buen tiempo ya no era, mi
canal de comunicación y de expresión, mi forma más directa y placentera de
decir lo que siento, traspasando el margen de la literatura, y yendo un poco más
allá, a donde se encuentran mis sentimientos.
Les presento también el nuevo diseño, quizás más personal,
con el que espero llegar a todos ustedes y espero les guste. El blog seguirá con
la rutina de siempre, solo que quizás se encuentren con más entradas con mi
opinión sobre otros temas ajenos a los libros, y también mis relatos, porque es
mi mejor psicología y no voy a abstenerme más.
Me siento muy feliz por decidirme a dejarme llevar y
escribir libremente, espero que puedan disfrutar de lo que aquí se publique, y
les agradezco enormemente el apoyo de siempre. Sepan que los quiero, y que al
igual que este blog, ocupan un lugar muy importante en mi corazón.
¡Hasta la próxima entrada!
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