ESCUELA DE SANGRE | SEBASTÍAN FITZEK | EDICIONES B | 304 PÁGINAS
Simon y Mark son incapaces de imaginar algo más horroroso que tener que trasladarse de Berlín, la metrópolis, al páramo de Brandeburgo. Lo único que los adolescentes esperan, con enorme expectación, son seis semanas de vacaciones de verano, pero su padre les juega una mala pasada. Los ha inscrito en una escuela muy especial, situada en medio de una isla boscosa y solitaria. En ella se enseñan las mismas asignaturas que en el infierno… Gracias a la editorial por el ejemplar.
OPINIÓN PERSONAL:
Cuando me enteré de la existencia de este libro, me volví
loca por tenerlo. Descubrí al autor con su obra anterior, y me voló la cabeza.
Tengo muchos conocidos que aman sus libros y que me hablaron maravillas de él,
y pude comprobar lo excelente que es hace muy poco. “Escuela de sangre” es el
libro dentro del libro, literal. Está seriamente conectado con la historia
anterior del autor, “el proyecto Joshua”.
Sebastián Fitzek firma bajo el nombre de su propio personaje, Max Rhode,
y publica la novela que desató el caos en su libro anterior. Por supuesto que
haber leído “El proyecto Joshua” previamente a este, logra una conexión
escalofriante en algunas escenas. Si bien en “Escuela de sangre” no se revela
nada de lo “grande” que va a suceder, un lector de “epj” ya lo sabe, y ese
detalle solo incrementa la angustia que antecede al desastre.
En este caso tenemos a Simón y Mark, dos hermanos que se
llevan muy poca diferencia de edad y que forman parte de una familia casi
perfecta. Tienen padres cariñosos y definitivamente buenas personas. El único
problema que tienen, es que no están pasando un buen momento económico y su
padre decide que deben mudarse a un pueblo alejado, a una casa en el bosque que
perteneció a la familia de su padre. Desde el momento en el que llegan a este
lugar, una nube de oscuridad lo envuelve todo. Nadie describe a este velo tenebroso,
el autor se encarga de que el lector simplemente lo sienta y no pueda evitar
que se le pongan los pelos de punta. En este pueblo los chicos conocen a nuevos
personajes, todos envueltos con la misma bolsa que alberga de todo menos cosas
buenas. Las cosas no son normales ahí, ni las personas, ni los lugares, ni las
sensaciones. En ese pueblo, más cerca de lo que ellos se imaginan, acecha el
mal, y es un mal tan macabro y terrible que es incluso difícil de describir. Tenemos
un “espejo mágico”, una isla, y un padre de familia afectado por “Algo”. No hay
límites, no hay razón ni explicaciones.
Mi hermano volvió a gemir, pero yo no podía despegar la vista de mi padre, que se acercaba lentamente sin soltar la manguera. Si los ojos son de verdad las puertas del alma, entonces las puertas de la locura estaban abiertas de par en par.
No quiero entrar en grandes detalles sobre la historia,
puesto que todo es un posible spoiler en este tipo de libros. Si voy a decir
que es una historia “horrible”. La pasé terriblemente mal mientras leía,
siempre llena de angustia, de miedo por los personajes, de bronca e impotencia.
Que un libro te lleve de paseo por todas esas emociones es admirable, más si
encima me llegó a emocionar, aunque por su puesto fue de esa clase de emociones
tristes, resignadas.
Resumiendo, tenemos una historia escalofriante, retorcida y
repugnante que te atrapa por completo desde el comienzo, dejando siempre el
misterio a flote para que te vuelvas loco mientras avanzas con la lectura. La trama en general es una locura, es
inimaginable y sumamente carente de sentido, pero el autor demuestra la magia
que es capaz de crear, porque uno se da cuenta de lo fantástico de la historia
después de haberlo leído, porque en el momento es demasiado real como para
poder discutirlo. Sin duda estoy impresionada, maravillada por la eficacia del
autor para esconderse bajo el nombre de uno de sus propios personajes, pudiendo
así cambiar su estilo como si fuera tal cosa y prácticamente tomarnos el pelo a
todos.
El final es tremendo, no solo te deja en un estado de shock
por todo lo previamente acontecido, sino que te deja la piel de gallina (mejor
dicho los pelos de punta) ante un cierre imprevisto y más escalofriante que la
historia en general. No puedo parar de recordar la historia y volverme a sentir
repugnada. Repugnada bien, porque la historia es tan absurda como excelente.
Fitzek lo hizo de nuevo. Me volvió loca, me desesperó, me
llenó de sensaciones horribles. Definitivamente es una novela de terror que se
merece todos mis aplausos.
Gracias a Ediciones B por el ejemplar.
★ ★ ★ ★ ★
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