Amar es... no tener limites.
Farm #2
Andrew Grey
Ediciones B - Gay romance
240 páginas
Isbn 978-950-15-6170-8
★★★
Joey Southerand comparte hogar con Geoff y su pareja, Eli, vive y trabaja en la granja que se ha convertido en su refugio después del accidente de moto que le ha dejado el rostro marcado con cicatrices, y mucha inseguridad. Cuando la tía de Geoff, Mari, les pide que acojan a un músico de la Sinfónica Juvenil Nacional, Joey tiene que recogerle, suponiendo que se disgustará ante su aspecto. Pero Robert Edward Jameson le sorprende: es sociable amigable y ciego, lo que ayuda a calmar los nervios de Joey. Joey y Robbie se hacen inseparables y descubren el inicio de su amor. Pero el verano se acaba y Robbie tiene que volver a su hogar en Mississippi, donde su familia lo sobreprotege. Joey solo puede esperar que Robbie le dé una oportunidad y escape de los límites que han dado forma a su vida. Gracias a la editorial por el ejemplar.
Tengo una extraña relación con lo que voy leyendo de esta
saga, altibajos terribles, pero no puedo evitar la emoción y las expectativas para
lo que viene en los próximos libros, porque aunque tenga diversas impresiones
sobre estos, me cautivan, lo cual es tan sorprendente como interesante.
Esta es la segunda entrega de la serie, no tenía idea de que esperar y eso
resulto ser algo malo y algo bueno al mismo tiempo, porque histérica siempre,
chicos. No esperaba absolutamente nada, porque la historia contada en la
primera parte no daba pie a posibles hechos futuros, y si bien este libro
me gustó bastante más que su antecesor, la historia es muy similar, los sucesos
claves son muy parecidos a los de la historia anterior, y aunque esta vez los
hechos se desarrollan de otra manera, el conflicto de la trama es prácticamente
el mismo.
En la primera entrega de la saga, además de los
protagonistas de ese libro, conocimos personajes secundarios con fuerza mínima,
y que supongo tendrán su protagonismo en los próximos libros, como fue el caso
de Joey, en “Amar es… no tener límites”. Joey tiene algunos pequeños traumas,
consecuencias de un accidente en moto, y eso le complica bastante la vida, lo
mantiene alejado de las personas con las que no tiene confianza, lo vuelve un
ser temeroso y solitario, pero su vida comienza a cambiar rápida y drásticamente
en el momento en el que Robbie, un chico ciego que toca el violín como los
Dioses se queda como huésped en la granja. Para Robbie, la granja es una puerta
inmensa que se abre para él, ya que las personas que allí viven lo tratan con
normalidad, y comienza a hacer no solo cosas por sí mismo, sino a involucrarse
con la vida como no lo había hecho nunca, entre ello, comienza a enamorarse por
primera vez.
La relación entre nuestros protagonistas me gustó mucho más
que la del libro anterior, y si bien son muy similares, los personajes son
quienes marcan la diferencia. Joey me conquistó desde el primer momento, tiene
una personalidad muy transparente y me encanto que supo lo que quería fácilmente,
sin dar tantas vueltas. Robbie me resultó aún más interesante, porque a pesar
de su condición, no provoca lastima y se nota en todo momento la lucha que
lleva por ser simplemente alguien más. Esta vez sí pude conectar perfectamente
con los personajes y sus sentimientos, involucrarme en su historia y sentirla
muy propia, fue una experiencia que me encantó. Continuando con los personajes,
Eli sigue sin caerme del todo bien, no me cierra el cambio que presenta desde
el libro anterior, comenzó siendo un pobre chico amish demasiado tímido para
convertirse rápidamente en la mamá pollo de todos en la granja. Además de que
no me cierra, ese es un aspecto que definitivamente no me gusta. No me gustas,
Eli (¿)
"No podras cambiar la forma en la que otros te ven hasta que tú no cambies la forma en la que te ves a tí mismo"
El ritmo de la lectura es más ágil que en su anterior
entrega, puesto que la historia se desarrolla más rápido sin tener que hacer tantas presentaciones como
es debido en una parte introductoria. La historia comienza rápidamente y se
centra en la trama sin dar vueltas, lo que se gana unos cuantos puntos a favor.
En este caso, también se habla del reconocimiento y la
aceptación de los nuevos personajes, que atravesando nuevas experiencias,
descubren su verdadera identidad sexual, y necesitan mostrarse al mundo tal
cuales son, y así poder ser aceptados. Claro que en una granja donde todos son
gays, eso no es un gran problema…
En líneas generales, esta es una muy bonita historia de
amor, apasionante y sencilla que sucede rápidamente. Nuestros protagonistas deben tomar
decisiones importantes para sus vidas guiándose por lo sentimientos que
descubrieron en un periodo de tiempo muy corto pero que la intensidad de los mismos
los alienta a elegir. Me gustó más que el libro anterior, todavía no consigue
conmoverme o volverme loca, pero tengo muchas esperanzas de los libros
venideros. Hasta ahora, son tres estrellas para este libro, y tres estrellas
para lo que va de la saga, que estoy segura de que tiene muchísimo más que
ofrecer.
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