Título: Yo estuve aquíAutora: Gayle FormanEditorial: Puck – Ediciones UranoPáginas: 288Sinopsis: Cody creía saberlo todo acerca de su mejor amiga. Pero algunos secretos son profundos como océanos. Y nos arrastran con ellos. El suicidio de Meg ha dejado a Cody devastada. Meg era la chica que todas querrían ser: admirada, inteligente, brillante, con una personalidad arrolladora… ¿Qué la ha llevado a poner fin a su vida, y de forma tan meticulosa, tan planificada? ¿Cómo es posible que Cody haya pasado por alto las señales de que algo así pudiera suceder, si ambas lo compartían todo? Cody necesita entender, conocer, reescribir su amistad. Eso es lo que intenta cuando se desplaza a la universidad de Tacoma a recoger las cosas de Meg. Un viaje que pondrá en entredicho todo cuando creía saber sobre su amiga. Un camino que la enfrentará a cuestiones difíciles de sobrellevar… y que la llevará al límite de sí misma. Gracias Ediciones Urano por el ejemplar.
Si bien conocía a la autora por alguna de sus obras
anteriores, sabía que de algún modo u otro iba a lograr volver a sorprenderme.
Y lo hizo.
Previamente en material de la autora, solo había leído la
bilogía de “Si decido quedarme”, la cual amé, y tenía unas expectativas enormes
sobre este libro, incluso cuando vi la portada en las novedades de la editorial
me volví loca, necesitaba tenerlo.
Gayle Forman nos trae nuevamente una historia fuerte, emotiva
y cargada de sentimientos. En este caso, sabemos de un personaje con mucha
fuerza a pesar de no estar presente físicamente en la historia. Meg era una
chica inteligente, llena de sabiduría. Estaba en la universidad, tenía una
familia increíble y era de esa clase de personas apabullantes, de las que todo
el mundo quiere tener en su vida. Meg lo tenía todo. Lo tenía… hasta que se
quitó la vida.
Esta historia gira en torno a Cody, la mejor amiga de Meg.
Cody no tiene la vida ventajosa que creía que su amuga tenía, todo lo
contrario. Tiene una madre un poco extraña, diferente a todo lo que ella cree
normal en un progenitor. No conoce a su padre, no puede ir a la universidad por
falta de dinero, así que se gana la vida limpiando casas. Ella no tiene una
familia maravillosa, no va a la universidad, es la clase de personas que se
cuelgan de su mejor amiga porque en realidad no saben muy bien quienes son.
Pero Cody está viva.
La pérdida de Meg significa para Cody la pérdida del todo,
porque sin ella no es nada, no tiene nada. Hasta su familia fue su familia
durante toda la vida. Pero hay algo peor para nuestra protagonista que el hecho
de haberlo perdido todo, y es la culpa. La culpa por no haber conocido a su
mejor amiga como creía que la conocía, porque de haberlo hecho, hubiera sabido
que tenía planes de suicidarse, o se hubiera imaginado que ella simplemente no
era feliz. Pero no era así. Cody no tenía idea, porque Meg nunca le contó nada,
porque quizás no la conocía verdaderamente.
«Mi voz amenaza con quebrarse, pero no se lo permitiré. Ya habrá tiempo para que me derrumbe. Siempre hay tiempo para derrumbarse.»
La trama de esta historia se basa principalmente en el
camino que Cody emprende en la búsqueda de la verdadera Meg. Busca los motivos,
una simple explicación de porqué su mejor amiga la abandonó de esa manera, los
abandonó a todos.
En este camino Cody conoce gente nueva, gente a la que va a
tomarle cariño y con la que va a darse cuenta de que no está sola en el mundo.
Tenemos personajes como Alice, una de las chicas que vivía con Meg en la
residencia de la universidad, Richard, Harry, y Ben.
Ben es un personaje que en un principio no me cerraba mucho,
pero página tras página aprendí a quererlo muchísimo, porque a medida que la
historia avanza me fui alejando de los prejuicios de Cody, y vi con claridad la
clase de persona que era. Todas estas personas tienen algo en común, Meg, y
entre todos ayudan a cody a descubrir el gran misterio que era Megan García, y
a desenredad los hilos de su suicidio.
Este libro es magnífico, está repleto de misterios que hacen
que la lectura no sea simplemente atrapante, sino que se vuelva adictiva. La
autora tiene una pluma exquisita, su forma de redactar te llega de una manera
inesperada y se mete bajo la piel de cualquier lector. La narración está hecha
desde el punto de vista de Cody, lo cual me parece muy apropiado. Cody es un
personaje inmenso. Por momentos parecía demasiado débil, pero actuaba del modo
contrario al que lo haría una persona débil. Cody lo había perdido todo, y ahí
estaba, plantada firmemente frente a la vida, poniéndole el pecho a un caso que
le ocasionaba un dolor enorme.
Esto es lo que encontramos entre estas páginas, sufrimiento,
pero una clase de sufrimiento diferente, si es que eso suena aunque sea
posible. Cody no puede continuar con su vida sin descubrir lo que busca, sin
poder entender. Y en este camino que abre sus heridas constantemente, lo
encuentra absolutamente todo.
Me queda solo recomendar el libro, como una historia cargada
de dolor, pero con aires enormes de superación personal. Hay lágrimas, hay
amor, hay valores y amistad. Esta historia lo tiene todo, sin dudas tienen que
leer el libro.
4/5 = MUY BUENO
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