Título: Hasta la última palabraAutora: Tamara Ireland StoneEditorial: B de Blok – Ediciones BPáginas: 368Sinopsis: Si pudieras leer mi mente, no estarías sonriendo. Samantha McAllister parece una chica como cualquier otra: maquillaje perfectamente aplicado, cabello perfectamente peinado. Pero bajo esta superficie se esconde un secreto que sus amigas, las más populares del instituto, jamás deben conocer: Sam tiene desorden obsesivo compulsivo y una y otra vez la asaltan pensamientos oscuros y preocupaciones que no puede controlar. Su vida es una constante lucha interior por mantener unas apariencias que son vitales para ella. Es por eso por lo que cuando conoce a Caroline, una chica lista y con gran sentido del humor, Sam sabe que tiene que mantener oculta su relación tal como hace con sus visitas al psiquiatra. Y es Caroline quien introduce a Sam en el Rincón de los Poetas, una especie de sociedad secreta compuesta por estudiantes que no encajan del todo en el instituto. En ese entorno, poco a poco comienza a sentirse más “normal” de lo que jamás se ha sentido… hasta que descubre una nueva razón para dudar de su sensatez y cuestionarse todo aquello que ha valorado hasta el momento. Gracias a Ediciones B por el ejemplar.
Este libro me convenció desde el primer momento por el
argumento, era algo sobre lo que nunca había leído y me sentí intrigada.
Nuevamente, me siento muy feliz con mi elección.
Samantha, Sam para los amigos, es una adolescente con una
vida complicada. Sufre de trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y lucha
constantemente con sus pensamientos, que nunca paran y le provocan ataques de pánico
y crisis de ansiedad. Sam vive para esconder su problema de todos, y las únicas
personas que saben de esto son los integrantes de su familia y su psiquiatra.
Nuestra joven protagonista tiene un grupo de amigas que vendrían
a ser “Las populares” de cualquier instituto, ese grupo al que todos quieren
pertenecer. Son amigas desde jardín de infantes y el grupo de “Las alucinantes
8” se fue reduciendo con los años. Sam valora mucho su lugar entre ellas y por
sobre todas las cosas, la vida social que eso le proporciona, pero su vida es
tan superficial como la de todas las chicas del grupo. Sam no puede decirle a
sus amigas sobre su problema porque no lo entenderían, y se esfuerza todos los
días por mantener las apariencias, mientras su cabeza se aprovecha de ella
constantemente.
La primera parte del libro es totalmente introductoria, y
presenta excelentísimamente bien a los personajes. La historia da su primer
giro cuando aparece Caroline, otra adolescente que repentinamente se gana la
confianza de Sam. Esta le cuenta sobre su Toc y su obsesión con todo, le habla
de cosas con las que nadie habla, y Caroline la ayuda a introducirse en un club
secreto de poesía.
Esto cambia literalmente la vida de Sam, que poco a poco
comienza a ver que existen personas en las que se puede confiar, y que quizás las
alucinantes ocho no sean las mejores personas para ella. En el “rincón de los
poetas”, conoce a Aj, un chico al que sin recordarlo, había lastimado cuando
eran niños, y con el que va a comenzar, al principio bastante torpemente, un vínculo
muy especial.
La historia está narrada en primera persona desde el punto
de vista de Sam, lo que me parece genial, ya que podemos meternos en su cabeza
directamente y acercarnos a su gran problema. El toc es algo que siempre llamó
mi atención, y algo que cito cada tanto sin demasiada exactitud. Conocer más de
cerca los grandes problemas que conlleva sufrir este trastorno, fue una
experiencia muy rica, y me abrió los ojos en muchos aspectos. Creo que además de
una hermosa historia de amor y amistad, es también una narración de superación,
y considero que las personas que sufren de este o cualquier otro trastorno de
salud mental, deberían leer este libro. Todos tenemos una Caroline que puede
salvarnos.
«Cometer errores es un método de aprendizaje. Es la forma en que aprendimos a andar, a correr y a saber que las cosas calientes queman al tocarlas. Has cometido errores toda tu vida y vas a seguir cometiéndolos.»
El ritmo de lectura es fabuloso, venía de un bloqueo lector
de casi un mes, y devoré este libro en dos días, considerando que solo tengo un
rato diario para leer. El giro de tuerca del final es increíble, inesperado,
shockeante y magnifico. Cerré y abrí el libro cuatro veces, pero no podía creer
lo que estaba leyendo y me negaba a continuar, pero claro que la intriga fue más
fuerte.
La pluma de la autora me pareció muy delicada, fluida,
sencilla, pero muy precisa en cuanto al mensaje que quiere dar. Quiero destacar
tanto la nota de la autora como los agradecimientos. Tamara nos explica qué
inspiró esta historia en una nena de doce años que conoce, a la que le
diagnosticaron trastorno obsesivo compulsivo, y todo lo que dice es emotivo.
Algo que también me gustó mucho, es la relación que tiene
con Sue, su psiquiatra. Sue es un personaje que amé, y eso que no dice mucho
durante la historia, pero el peso que tiene sobre Sam, y lo importante que es
para ella, de alguna forma hizo que se vuelva para mí un personaje especial.
“Hasta la última palabra” es un libro muy movilizante. Me hizo
pensar muchísimo, inesperadamente, y me hizo dudar de mi propia cordura. No
solo habla de una chica con TOC, habla del amor, de la amistad, de la
sinceridad, de las personas que nos rodean, y sobre todo, del camino a ser
nosotros mismos.
Guardo este libro en el corazón, y adelantándome, puedo
decir que sin duda va a estar entre los mejores de este año para mí.
★★★★★ PERFECTO.
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